Y vió que todo lo que había hecho era bueno

y al séptimo día descansó...

Génesis, etc.

Pero Dios no debía de estar muy confiado porque a la caída de la tarde paseaba todos los días por el Huerto -ya se sabe que antes se la habían jugado los ángeles-. Y así descubrió que una plaga de promesas vanas en forma de sierpe se lo estropeó -claro que las fumigaciones preventivas con D.D.T. o similares son contrarios a la Libertad...-

Pues sí, a Dios le crecen los enanos... si por ellos entendemos a sus pequeñas imitaciones, hechas a su imagen y semejanza, y que a las primeras de cambio se le quieren subir a las barbas: sucedió con los Ángeles, sucedió con Adán y con Eva, sucedió con los de la Torre de Babel; y hasta quisieron subirle a sus barbas un becerro de oro en el desierto.

Pero Dios, que era bueno -como todos los escritores de éxito (la vida es la más grande novela y la de mayor éxito) con la excepción del Camilo José Cela- todo lo hizo perfecto; y para demostrarlo he aquí, tatachín, tatachán, la Geometría Fractual.

Los creacionistas frente a los evolucionistas lo tenían muy difícil o imposible hasta que la Geometría Fractual vino en su explicación: Dios creó el Mundo de una tacada pero el Mundo, tras la prueba de la libertad, decidió andar por sí mismo; y así, lo que por naturaleza era casi inmutable e insensible por semejanza a su hacedor, comenzó una loca carrera de tropiezos tal como una loca carrera de sacos... que explicaré a través de la Metáfora del Paisaje Epigenético que Waddington utilizó para explicar el Desarrollo Individual del Embrión:

"Criticando el punto de vista preformacionista -escribe Emmeche- que considera que el desarrollo del embrión consiste simplemente en traducir un programa fijo previamente impreso en ADN, un patrón que ya contiene la forma, Waddington también inventó otra robusta metáfora: el paisaje epigenético, un modelo visual de la dinámica del desarrollo embrionario. El modelo imagina una bola que representa el embrión rodando por un paisaje curvado con montes y valles hondos y apartados: éstos corresponden a diferentes senderos de desarrollo para el embrión y sus células. Por debajo de este terreno, a veces Waddington representa una red de genes que en conjunto determinan la altura de cada monte y de este modo influyen en la facilidad con que la bola, sometida a perturbaciones aleatorias y de poca intensidad, puede ser empujada a una nueva senda durante su marcha. ... Además llamó la atención -Waddington- sobre el ruido de fondo o las más violentas perturbaciones ambientales que podrían empujar el equilibrio hacia otras sendas, dando por resultado un producto final muy diferente (la bola rueda hacia un lugar completamente distinto), aun con idéntico conjunto de genes)" -pp. 94 y 95-.

TRATADO DE LAS IMITACIONES EN CUENTOS

ERUDITOS,

BREVES Y ANOTADOS.

Antonio Mateos Martín de Rodrigo.

INTRODUCCIÓN.

Dice el "Diccionario de Autoridades" que “IMITAR” es “Procurar executar las acciones, ó los exemplos de alguno á semejanza suya ó hacer qualquier cosa á semejanza de otra[1]”.Esta, a veces inoportuna actividad, en que se fundamenta la rentable industria de las modas, no es privativa del hombre; según Platón la misma divinidad careció de originalidad a la hora de crear el mundo: “Pero es necesario aún, tratando del Cosmos, preguntarse según cuál de los dos modelos lo ha hecho el que lo ha realizado si lo ha hecho de acuerdo con el modelo que es idéntico a sí y uniforme, o si lo ha hecho según el modelo generado o nacido. Ahora bien: si el Cosmos es bello y el demiurgo es bueno es evidente que pone su mirada en el modelo eterno. En caso contrario, cosa que no nos cabe suponer, habría mirado el modelo nacido. Es absolutamente evidente para todos que ha tenido en cuenta el modelo eterno... si esto es así resulta también absolutamente necesario que este mundo sea la imagen de otro mundo[2]

El Génesis[3] también declara imitador a Yavéh pero restringe su campo de acción; el Hombre será su copia exclusiva: “Después dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra propia semejanza...”

N.B. Repárese en el hecho de que la generalidad de los animales si no es mediante forzado adiestramiento no imitan por iniciativa propia a los hombres. INCLUSO NI SU LENGUAJE

1ª parte. LA QUIETUD.

(Orígenes del ocio y de la horticultura. Homenaje irónico al “hidalgo español” seglar y laico y reconocimiento al hortelano del fin de semana con los que comparto lechugas, patatas, pulgón y riego).

Pierre Grelot, teólogo (no consta si de la “liberación”) y exegeta sitúa el origen del Pecado Original en el deseo incontenible de Adán -en nombre de toda la humanidad- por imitar a Dios con “voluntad equivalente a “ser como dioses[4]

N.B. La “envidia” es uno de los motivos fundamentales de los primeros momentos de la humanidad en el Génesis; pronto Caín matará a Abel[5] aunque por “envidia de la virtud” en versos de Antonio Machado[6]”.

Muchas explicaciones se han dado a aquel nefasto intento por parte de Adán y Eva para imitar a Yavéh; pero faltaba una teoría que el autor había rememorado en trance poético; en no más de cuatro malos versos propios dice así:

“Adán y Eva quisieron ser ociosos/ como Yaveh;/ pero el descanso siempre fue/ monopolio de dioses[7].

El ocio tras la creación del mundo, como recompensa divina fue manifestada por el Génesis: “Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato y dio por concluido Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera[8]”.

El Poema acadio de Atrahasis fue más allá y reveló que, en realidad, los hombres habían sido creados para que sustituyesen en el trabajo a los dioses los cuales pretendían unas vacaciones “eternas”:

“Después que ella hubo mezclado la arcilla/ llamó a los grandes dioses, los Annunnaki./ Los grandes dioses Igigi / escupieron sobre la arcilla. / (Entonces ) Mami abrió su boca/ y dijo a los grandes dioses:/ “Me ordenasteis una tarea: la he acabado./ Habéis degollado a un dios junto con su personalidad./ He puesto fin a vuestro pesado trabajo/ y he impuesto vuestra fatiga al hombre./ Habéis transferido el llanto a la humanidad/ y para vosotros he soltado el yugo, os he establecido la libertad[9]”.

N. B. Con buena razón decía Heráclito de Éfeso que “Inmortales, mortales; mortales, inmortales. Nuestra vida es la muerte de los primeros, y su [buena] vida nuestra muerte[10]”.

La primera traducción completa de la Biblia al castellano, realizada por el extremeño[11]Casiodoro de Reina viene a coincidir con el acadio Poema de Atrahasis. Yaveh, antes que el hombre, fue hortelano y, tras crear a Adán, le pasó inmediatamente el zacho, convirtiéndose así en el primer “desertor del arado”: “Y había plantado Jehová Dios un huerto en Hedén al oriente y puso allí al hombre que formó [12] ... Tomó pues Jehová al hombre y púsolo en el huerto de Hedén para que lo labrase y lo guardase[13]”.

N.B. El eufemismo según el cual Dios situó al hombre en un “jardín” llamado Edén (véase cualquier versión moderna de la Biblia ) encierra, en verdad, un desconocimiento de la historia de las palabras; en la escala temporal primero es el “huerto” porque el “jardín”, según Covarrubias, aún en el siglo XVII, era “Huerto de recreación de diversas flores y yervas olorosas[14]

FICHA TÉCNICA.

La quietud y el movimiento son dos cuestiones fundamentales en la Filosofia ; en ella al inmóvil religioso, la divinidad, le corresponde una curiosa denominación automovilística “el primer motor”; en palabras del “autoengreído” Aristóteles su autor “Hay pues algo siempre movido con un movimiento incesante, y este movimiento es el circular. Esto es manifiesto no sólo en virtud de razonamiento, sino prácticamente. En consecuencia el primer cielo debe ser eterno. Existe también algo que lo mueve. Y puesto que lo que es a la vez movido y mueve es un término medio, debe haber algo que mueva sin ser movido, un ser eterno, substancia y acto puro[15]”.

2ª parte. EL MOVIMIENTO

El autor, por razones a omitir, no degustó en su infancia y en su juventud de las maravillas matemáticas. Cuando las Matemáticas ya sólo fueron una ciencia para el entretenimiento, recordó el principio básico del materialismo. En palabras del“ingenuo” Heráclito de Éfeso, dicen, una vez traducidas al castellano : “Tras haber oído al Logos y no a mí es sabio convenir en que todas las cosas son una[16]”. Según la interpretación de los materialistas “científicos” pero ahora “desmodados”, Rosental e Iudin, esta “unidad de todas las cosas” “radíca en su materialidad, en que todos los objetos y fenómenos existentes constituyen distintos tipos o propiedades de la materia en movimiento. Nada hay en el mundo -añaden- que no sea forma concreta de la materia, propiedad de ella o manifestación de sus propiedades y correlaciones[17]”.

El autor quiso averiguar hasta dónde podría desarrollarse este principio. Recordó que el Génesis[18] había establecido la semejanza entre la divinidad y el hombre: “Y dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra...”

Partiendo de esta convergencia estructural dedujo el autor que la materia básica correspondiente al hombre era el Triángulo Equilátero, símbolo judeo-cristiano de Dios. Así nos lo decían, con Ojo incluido, las Enciclopedias Álvarez[19].

Y el autor puso en movimiento al Triángulo Equilátero; poéticamente porque, etimológicamente, la poesía es “creación” [20]. También consideró el autor la necesidad de partir desde una breve consigna, al estilo de “Hágase el mundo”:

Quisiera ser el triángulo-cada uno

pretende una quimera- y deslizándome

sobre mi centro ser circunferencia.

Rodando sobre el diámetro pudiera

-querer es poder siempre que lo sepas-

hacer de mí la esfera:

Y, siendo esfera, ¿acaso no querría

crear una espiral, moviéndome

como la tierra?

FICHA TÉCNICA DE LA OPERACIÓN GEOMÉTRICA.

La conversión del Triángulo Equilátero en Espiral, a través del Círculo y de la Esfera, y, por ilusión óptica, en Cilindro, constituye un Sistema Dinámico No Lineal por cuanto se parte de pocos elementos estructurales -el triángulo que se autodesarrolla- y procesuales- el algoritmo iterado “mover las figuras resultantes sobre sus centros”-; además el resultado -la espiral- no responde a los estímulos -el triángulo- en proporción directa. En este Sistema se observa Geometría Fractual -escribir “fractal” es un anglicismo[21]-. La Geometría Fractual, es decir, la repetición de una estructura o proceso en diversas escalas ya sea de espacio o de tiempo o secuencias procesuales es un fenómeno generalizado en la Naturaleza y, por tanto, posible de describir en las actividades humanas. Su introductor fue Benoit B. Mandelbrot del Centro de Investigaciones “Thomas J.Watson” de I.B.M., en Yorktown Heights, Nueva York.

BIBLIOGRAFIA INICIAL:

-Mandelbrot, B. B. LOS OBJETOS FRACTALES. FORMA, AZAR Y DIMENSIÓN, y LA GEOMETRÍA FRACTAL DE LA NATURALEZA, ambos, traducidos por Josep Llosa y publicados en Barcelona por Tusquets en su colección Metatemas, nos. 13 y 49, respectivamente.

-Varios autores. ORDEN Y CAOS Selección e introducción de Antonio Fernández-Rañada. Libros de Investigación y Ciencia, Scientific American, Prensa Científica, Barcelona, 1990.


[1] REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA,Diccionario de autoridades. Gredos, Madrid, 1990.

[2] PLATÓN, “Timeo o de la naturaleza” en OBRAS COMPLETAS. Edición de Samaranch, Gredos, Madrid, 1960. p.1234. 28c/30c.

[3] LA SANTA BIBLIA. Ediciones Paulinas, Madrid, 1967. 1, 26

[4] GRELOT, Pierre. El problema del pecado original, Herder, Barcelona, 1970. p.74.

[5] capt. IV.

[6] MACHADO, Antonio. Campos de Castilla .40. Proverbios y Cantares X. Edición de José Luis Cano. Cátedra. Madrid, 1980.

[7] MATEOS MARTÍN DE RODRIGO, Poema de HACIA LOS NÚMEROS, LAS FIGURAS Y LAS PALABRAS.... del autor, inédito.

[8] Biblia de Jerusalén. Edición dirigida por José Ángel Ubieta. Edit. Declée de Brouwer, Bilbao, 1992. 2,1 y 2.

[9] Mitos sumerios y acadios, edición deFederico Lara Peinado, Editora Nacional, Madrid, 1984. p. 314.

[10] HERÁCLITO, p.10, frag. 62. Textos de los grandes filósofos. Edad Antigua, Edición de Roger Verneux, Edit. Herder, Barcelona,1970.

[11]La Biblia del Oso, Libros Históricos (1), según la Traducción de Casiodoro de Reina publicada en Basilea en el año 1569, edición de Juan Guillén Torralba, Ediciones Alfaguara, Madrid, 1987.

[12] 1,8.

[13] I,15.

[14] DE COVARRUBIAS, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española, Madrid, 1611. Ed. Turner, Madrid, 1979. p.712.

[15] ARISTÓTELES. Metafisica, XII, 7. p. 81.

[16] KIRK, G.S., RAVEN, J E. y SCHOFIEL, M. Los filósofos presocráticos . Versión española de Jesús García Fernández. Editorial Gredos. Madrid, 1987. 196. Fr. 50, Hipólito, Ref. IX, 1. p.273.

[17]ROSENTAL, M.M. e IUDIN, P.F., Diccionario de Filosofía, Traducción del ruso, Augusto Vidal Roget. Akal, Madrid, 1975. p.473.

[18] Biblia de Jerusalén, 1, 26

[19] Enciclopedia de segundo grado. Antonio Álvarez Pérez. Editorial Miñón, Valladolid, 1964. p.10.

[20] PABÓN, J.M., Diccionario Manual Griego-españolBibliograf, Barcelona, 1970. p.486:

del griego “poiesis” -acción, creación...-

[21] La Real Academia tardó poco en aceptar el vocablo “fractual” y aparece en la edición de su Diccionario de 1992.